En el interior de la catedral de León, justo en la girola, se encuentra un gran sepulcro en el que reposan los restos del rey Ordoño II de León, hijo de Alfonso III el Magno, rey de Asturias, y de la reina Jimena de Asturias. Este rey también tiene una calle en León, que es una de las principales.
De este sepulcro destaco el relieve del romano (Longinos) clavándole la lanza a Jesús en la crucifixión y el
descendimiento de Jesús. Es una escena de la crucifixión muy completa, porque se ve cómo también el otro soldado ofrecía una esponja con vinagre, los dos ladrones crucificados a la derecha e izquierda, San Juan y María a los pies de Jesús... Tiene muchos detalles, por ejemplo, Longinos se lleva la mano al ojo donde la ha caído una gota de sangre, según cuenta la tradición.
Nuria 4º ESO - CPEB de Cerredo
Me parece maravilloso que se sigan consevando los restos de este rey,además la mayor parte del sepulcro de Ordoño II de León conserva su policromía original.
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