Cuando entramos en la Iglesia de Santa Teresa, donde estaba anteriormente su casa natal, pudimos ver varias esculturas de Gregorio Fernández, un famoso escultor español nacido en Zarria en 1576. En
1605 tenía ya un taller en Valladolid, lo cual no excluye que trabajase como
ayudante en otros talleres antes de esa fecha. Fue uno de los grandes maestros
de la escultura religiosa en madera policromada de la llamada escuela
castellana de los siglos XVI-XVII. Heredó de Juan de Juni la tradición de las
imágenes religiosas cargadas de dramatismo, pero incorporó al lenguaje de su
antecesor un mayor naturalismo.
De hecho, Gregorio Fernández evolucionó desde una primera etapa bastante
vinculada al período anterior hasta una segunda fase en la que impuso un gran
naturalismo, presente no sólo en los gestos y las actitudes, sino también y
sobre todo en la policromía; en este campo, exigió a los policromistas que
trabajaron para él el abandono del oro y los tonos brillantes tan en boga hasta
entonces para iluminar las figuras con colores inspirados en el natural.
La imagen de la fotografía la talló en 1619 y constituye el mayor exponente
de representación escultórica de Cristo atado a la columna por su perfección
anatómica y serena expresión, sirviendo de modelo posterior a otras muchas del
periodo Barroco a un nivel no superado.
Nuria 3º ESO
guau que bonito, no sabia que esas esculturas las había esculpido Gregorio Fernández, tiene un gran talento, es un información muy valiosa, gracias.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarguau que bonito, no sabia que esas esculturas las había esculpido Gregorio Fernández, tiene un gran talento, es un información muy valiosa, gracias.
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