Cuando
fuimos a Zamora con el colegio visitamos el museo de la Semana Santa, al lado
hay una iglesia Románica llamada Santa María la Nueva.
La iglesia se construyó
a finales del siglo XI o principios del XII y tiene una sola nave (aunque al
principio tenía 3 naves).
Lo
más interesante es su ábside, que os enseñamos en la foto y se conservó a pesar del incendio del motín de la trucha.
Está decorado con siete aros sobre columnas delgadas y tiene tres ventanales. A
cada lado del ábside hay dos capillas.
El
motín de la trucha ocurrió en el año 1158, se llama así porque el pueblo
incendió la iglesia cuando estaban en ella los nobles. El motivo fue que el
pueblo apoyó al hijo de un zapatero que se resistió a que el siervo de un noble
le quitara la trucha que había comprado en el mercado. Después se tuvo que reconstruir y por eso se
llama Santa María la nueva.
Dentro
de la iglesia hay una pila bautismal románica muy importante con imágenes
bíblicas esculpidas), como imágenes del bautismo de Jesús, de los apóstoles y
profetas. También tiene dentro la estatua del Cristo yacente de un autor importante de la escuela de Gregorio
Fernández y lo sacan en procesión en Semana Santa.
La
guía también nos contó que dentro de la iglesia había una hendidura por la que
decía la leyenda habían salido las “sagradas formas” (el pan de la eucaristía),
para alojarse en el edificio de al lado, el de las Dueñas.
Lo
que más nos gustó fue el ábside y su decoración.
Rut, Brenda
y Patricia.
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