Santa Teresa murió en brazos de Ana de San Bartolomé (otra monja carmelita) la noche del 4 de octubre de 1582 (día en que el calendario juliano fue sustituido por el calendario gregoriano en España, por lo que ese día pasó a ser, viernes, 15 de octubre). Su cuerpo fue enterrado en el convento de la Anunciación de esta localidad, con grandes precauciones para evitar un robo. Se exhumó el 25 de noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa (presionado por los duques de Ávila) fue devuelto al pueblo de Alba, habiéndose hallado incorrupto (1586).
Se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto, en una caja de plata. Teresa fue declarada santa por el papa Gregorio XV el 12 de marzo de 1622 y poco después fue designada (1627) para patrona de España por Urbano VIII.
¿Cuándo averiguaron que estaba incorrupta? Nueve meses después de su muerte abrieron el ataúd y comprobaron que el cuerpo estaba entero y los vestidos podridos. Antes de devolver el cuerpo al cofre de enterramiento le diseccionaron una mano que envolvieron en una toquilla y la llevaron a Ávila a el Convento de San José el translado se hizo en 1585, casi en secreto.
Las monjas del convento de Alba de Tormes pidieron quedarse con un brazo como reliquia. Cuando el duque de Alba se enteró del traslado, envió sus quejas a Roma e hizo negociaciones para recuperarlo. Como ya expliqué antes el cuerpo volvió de nuevo a Alba de Tormes, donde ahora sigue enterrada, pero hay muchas reliquias de partes de su cuerpo esparcidas por España e incluso por el mundo. Por cierto, en la excursión nos contaron que el sepulcro de Teresa de Jesús está cerrado con nueve llaves. La duquesa de Alba tiene tres, las monjas del convento donde está enterrada tienen otras tres y el confesor de dichas monjas, las tres restantes.
Andrea Blanco Alonso 3º De E.S.O. (Cerredo)
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