Precisamente a la entrada del Puente Romano de Salamanca se encuentra una de las estatuas más antiguas de toda la ciudad. Es uno de los verracos de piedra más famosos, cuyo origen está en los Vettones, un antiguo pueblo dedicado sobre todo a la ganadería. Un verraco es una escultura zoomorfa, vendría a ser un cerdo reproductor, de aproximadamente sV a.C. Hay algunos en España, sobre todo en las provincias de Salamanca, Zamora, Cáceres, Ávila, Toledo y Segovia.
¿Para qué servían estas esculturas? Pueden tener un significado religioso, como relacionado con los ritos funerarios (algunos tienen grabadas inscripciones funerarias latinas) o con el culto a la fertilidad. Hay veces que se parecen más bien a toros o jabalíes. Este es uno de los más conocidos porque aparece en la novela del Lazarillo de Tormes y de hecho se colocó en el puente en 1954 para conmemorar el IV centenario de la publicación de la novela.
"Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y, allí puesto, me dijo:
-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y rió mucho la burla"
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y rió mucho la burla"
Andrea y Aida - 4º ESO
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