Este lavadero, situado en el alto
de la catedral de Santiago; servía para que cuando un peregrino llegase a su destino
(la catedral de Santiago), este, pudiese lavar sus ropas y purificarlas en el
agua de este lavadero, para así poder ir a ver al santo limpio y presentable.
También decir que, una vez
lavada la ropa, y visitado el santo, el peregrino va hacia una especie de
crematorio, donde quema su ropa y una vez
convertida en ceniza esta, el caminante queda libre de sus pecado.
Estas dos fases mencionadas
anteriormente, son las últimas al finalizar el Camino
de Santiago.
Placer Cuervo Fonteriz 4º ESO - CPEB Aurelio Menéndez
La verdad es que no me impresiona pero si interesante. Me es curioso que despues de haber lavado la ropa y visitado el santo, quemasen sus prendas.
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