La basílica de San Isidoro fue construida por
Fernando I y Sancha pero, más adelante, fue ampliada por su hija Doña Urraca.
Es un templo de tres naves con cabecera formada por
tres ábsides, cada nave presenta diversas historias: Vida de la Virgen, Pasión de Cristo,
vida de Santo Tomás y apostolado.
Además de la Puerta del Cordero, que explicaron Sheila, Verónica y Cristina, la basílica tiene una Puerta del Perdón que es el nombre que
recibe el portal del crucero sur, que está consagrada a los peregrinos. Un
perro y un león, guardianes del templo, sostienen el tímpano con el Descendimiento
de la Cruz, las
Marías ante el sepulcro y la
Ascensión. A ambos lados del arco aparecen San Pedro y San
Pablo.
Panteón de los reyes:
Cuando entramos visitamos el Panteón de los reyes, donde están enterrados un gran número de
reyes y reinas, entre ellos, Doña Urraca, una reina muy importante en León.
Lo que más impresiona es el techo con pinturas románicas sobre la vida de Jesús y el calendario agrícola con las tareas de la
gente durante el año como la siega, la recolección de los alimentos, etc.
También tenemos un Cristo en majestad en actitud de
bendecir, inscrito en la almendra mística rodeado del los símbolos de los
cuatro evangelistas que se identifican con sus nombres.
El dáliz de Doña Urraca

Una de las reliquias más importantes para visitar en
San Isidoro es el cáliz de Doña Urraca, que está considerado como un posible
Santo Grial, ya que los investigadores habían datado la parte superior como romana y después descubrieron un códice árabe en Egipto en el que cuenta que el emir de Denia envió ayuda al califa y su pueblo, que pasaba hambre a cambio de la copa con la que Cristo ofició la Última Cena que se encuentra en Jerusalén. El califa le preguntó que para qué la quería y el emir le contestó que para entregársela al rey de León, Fernando I. Otra historia que descubrieron se sitúa en tiempos de Saladino, ya que le pide al gobernador de Egipto una pequeña esquirla que su antepasado hizo saltar de la copa de Cristo que viajó hasta España (parece ser que le dió un golpe y saltó un pequeño trozo). Y precisamente los investigadores descubrieron que le faltaba una esquirla al cáliz de Doña Urraca, además se ve que es por un golpe. Así que puede ser la pieza que vino de Jerusalén y que entregaron al rey de León... ¿será la copa de la Ultima Cena?
Si quieres leer más cosas sobre la investigación en esta entrevista a Margarita Torres, profesora de Historia medieval en la Universidad de León.
Susana Leiguarda - 4º ESO - CPEB Aurelio Menéndez